GUIONES DE TEATRO DE MILA OYA

Marte 3003 por Mila Oya







       Harás un arca de madera de acacia, dos codos y medio de largo, codo y medio de ancho y codo y medio de alto.

       Así le hablaba Yavé a Moisés en el libro del Éxodo 25. Y él construyó el arca siguiendo rigurosamente sus indicaciones. Creó un cofre de madera de acacia negra, revestido por dentro y por fuera de láminas de oro. Medía 1,31 m. de largo por 0,78 m. de alto y ancho. Una guirnalda de oro rodeaba su parte superior. A ambos lados llevaba fijos cuatro anillos de oro a través de los cuales se insertaban dos pértigas de acacia recubiertas del mismo metal precioso para su transporte. Sobre la tapa dos querubines de oro protegían su contenido: los mandamientos para los que Yavé ordenó construir el arca.
       Según la tradición, los dos querubines extendían sus alas con tendencia a que sus puntas se rozaran, formando de esta forma un triángulo entre ellas considerado sagrado. Era este espacio triangular el oráculo mediante el cual se comunicaba Yavé.


Salomón con los planos del Templo
J.J. Scheuchzer, Physica Sacra Iconibus Ilustrata,
Augsburgo 1731

      Además de los mandamientos hay fuentes que aseguran que el arca contenía la vara de Aarón y un cuenco de maná. Su transporte y cuidado solo estaba reservado a los levitas de la familia de Caath. El arca abría la marcha durante los años de expedición del pueblo judío por el desierto y estaba siempre a la cabeza del pueblo. Para ellos era la manifestación física de Dios y a ella se recurría en busca de ayuda sobre todo en tiempos de guerra.Tener el arca era tener a Dios. Al contacto con ella, las aguas del Jordán se abrieron para Josué. Viajaba envuelta en una piel teñida de azul y en otra color jacinto.
       En el templo su lugar estaba en el Sancta Sanctorum, el espacio más sagrado del Tabernáculo. Pero los avatares de la historia la obligaron a salir muchas veces del santuario.
       Los filisteos la tomaron en la guerra que mantenían contra los hebreos.No tardaron en devolverla. Horrorizados por las muertes, los tumores y las epidemias que según ellos provocó, la abandonaron sobre un carro tirado por dos vacas. En su trayecto varias personas murieron por el trato poco reverente que le dedicaron.
       La historia de catástrofes del arca de la Alianza no termina aquí.

      De nuevo en posesión del pueblo judío, de David, más exactamente, ocurrió un accidente que aterrorizó durante mucho tiempo a los que lo presenciaron.
       Oza, un joven encargado del cuidado del arca, quiso sujetarla durante un bamboleo para que esta no se estrellase contra el suelo. El joven Oza cayó fulminado. El arca no había tenido en cuenta sus buenas intenciones. David atemorizado la dejó durante tres meses en casa de Obededom. Seguidamente desde Sión, la reliquia fue instalada en el templo de Salomón donde terminaría su historia y comenzaría la leyenda.
>       En la Biblia podemos encontrar en Macabeos libro II cap II, el instante de su pérdida. Jeremías intentaba salvarla del saqueo enemigo, subió al monte al cual había ascendido Moisés para contemplar desde él la tierra prometida y allí encontró una cueva. En ella la ocultó tapiando la entrada. Cuando Jeremías supo que alguno de los hombres que lo acompañaban habían vuelto para poner señales y no perder el camino, él les recriminó diciéndoles: "Este lugar quedará desconocido hasta que Dios vuelva a congregar a su pueblo y tenga de él misericordia, entonces dará a conocer el paradero de estas cosas..."
       Y con la sentencia de Jeremías el Arca de la Alianza desapareció de la historia. Los judíos actualmente tienen en sus sinagogas una reproducción del arca que contiene la Torah y aguardan por la aparición del original.


       Las especulaciones sobre el Arca de la Alianza han dado lugar a ríos de tinta y a rollos y rollos de películas. Todos tenemos en mente la famosísima En busca del Arca perdida, donde los Nacis le disputaban al arqueólogo Indiana Jones la reliquia.
       A través de la historia muchos aventureros y también científicos y estudiosos se han preocupado por tan excepcional objeto. Algunos han intentado explicar sus propiedades malignas aludiendo a la similitud que guarda el arca con un generador eléctrico.

      El alto voltaje electrocutaría a quién pusiese las manos sobre ella. Hay teorías peregrinas que hablan de seres extraterrestres que fueron los que entregaron aquel magnífico artilugio de alta tecnología a los judios, un artefacto capaz de provocar tumores, enfermedades de todo tipo y fulminar al que osara tocarlo. Un sin fin de cualidades mágicas se han ido incorporando a la imagen del Arca a través de los siglos. Se considera que no solo no debe ser tocada, sino jamás abierta y mucho menos osar volver los ojos hacia lo que hay en su interior.
       Miedo, terror, catástrofe y muerte es el premio que obtendría el osado que se atreviese con el arca. Así a todo los buscadores de tesoros se cuentan por miles, o quizás millones. Unos movidos por las enormes cantidades de oro con las que se supone que estaba recubierta el arca. Otros por su valor como reliquia, otros por sus implicaciones exotéricas, otros por considerarla fuente de todo poder, y otros muchos por su significado religioso. Tener el arca es tener a Dios. Sin embargo, aunque no nos está prohibido buscarla, según las palabras de Jeremías jamás la encontraremos.

      Solo Dios la mostrará cuando llegue su reinado. Mientras tanto solo nos resta soñar con el secreto del arca y disfrutar del sin fin de historias que su recuerdo imperturbable a través de los siglos, ha producido en la imaginación humana.






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