GUIONES DE TEATRO DE MILA OYA

La Mesa del rincón por Mila Oya





UN POCO DE ECONOMÍA




      Estamos en fechas de exquisitas comidas donde los regalos y otros detalles se suceden. Los bombardeos continuos sobre juguetes, cava, turrón y otros productos característicos de la Navidad, invaden los medios de comunicación, haciendo aumentar el gasto de las economías domésticas para satisfacer esta demanda, devorando la típica paga extraordinaria o en su defecto echando mano a sus ahorros, con la peculiaridad de que la mayoría de estos bienes son temporales.


       Esta fiebre consumista que nos lanza al mercado a comprar todo tipo de artículos navideños es la que produce su consabido aumento de precio. Póngase el ejemplo del turrón, mazapanes, determinadas bebidas, pescado fresco, incluso juguetes, que tienen su mayor demanda en estas fechas, de ahí que los fabricantes aprovechen para subirles el precio y conseguir así, pingues beneficios. Por ello se recomienda la compra escalonada o anticipada de estos productos para amortiguar o suavizar los efectos del consumo masivo que se concentra en dicho periodo.

       Esto se refleja en una variable macroeconómica llamada inflación. La mala o buena marcha del índice de precios al consumo, esta íntimamente relacionada con determinadas actuaciones de política económica.
       Desde el gobernador del Banco de España, pasando por el Fondo monetario internacional y por otras instituciones, se insiste en la moderación salarial, con el fin de que el consumo no se dispare, consiguiendo de esta forma la contención de los precios. Dada la necesidad de controlar la inflación (o impedir su incremento), requisito fundamental para la inclusión de España en el grupo de cabeza de la unión monetaria, tenemos que plantearnos la necesidad de adoptar una postura responsable frente al consumo. No seguir las recomendaciones del estado y realizar todas nuestras compras navideñas en el mismo mes de Diciembre, no solo contribuirá a destrozar nuestra economía doméstica sino que perjudicará la economía del conjunto del país.
       Es por lo tanto lo más recomendable escalonar el gasto, comprar lentamente antes de que se acerquen las fechas claves. Esto no impedirá que nuestras comidas sean opíparas ni suculentas, ni que nuestros regalos sean generosos, solo contribuirá a que la dura cuesta de enero que nos espera a todos, se presente más suave y llevadera y podamos remontarla sin demasiados esfuerzos.

       ¡Feliz Navidad y feliz cuesta de Enero!

Montse.





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