GUIONES DE TEATRO DE MILA OYA

Y seremos felices por Mila Oya




LA GRECIA ITALIANA





      

Se habló ya de las colonias fundadas por diferentes poleis griegas en Sicilia y en el sur de Italia que, con el tiempo, recibieron el nombre de Magna Grecia, y también, incidentalmente, se ha citado el papel que desempeñó Siracusa en el conflicto civil griego. Resumiremos ahora la historia de aquellas colonias, durante el período tratado.





      

La mayor parte de los colonos griegos en Sicilia y en el sur de Italia eran descendientes de los propietarios y comerciantes de sus metrópolis respectivas; por ello no es de extrañar que el tono conservador predominara en el régimen político de las mismas, de manera que la tiranía fue la forma común de gobierno de ellas. Así, Zaleucos estableció en Locris (siglo VII a J. C.) una constitución oligárquica, imitada por Carondas en Catania en el siglo siguiente. La formación de escuelas filosóficas, como la de Pitágoras en Crotona, dio un tinte cultural a aquellos establecimientos griegos, con el que se pretendía emular el desarrollo espiritual de las poleis de la península.

      

Las Guerras Médicas tuvieron eco en estas colonias, porque los cartagineses, aliados de los persas, atacaron a los griegos de la Magna Grecia; pero la misma desafortunada gestión del Gran Rey en Grecia se abatió sobre los cartagineses. Gelón, tirano de Siracusa, aniquiló en Himera a los púnicos, causándoles, según se dice, más de 150.000 bajas. Tampoco fueron más afortunados los etruscos, a su vez batidos por Herón, hermano del tirano anterior.
       Después de las luchas que por el dominio de Siracusa se trabaron entre atenienses y espartanos, Segesto, que había desencadenado la guerra en Sicilia al solicitar el apoyo de los atenienses, fue ayudado por los cartaginenses contra Siracusa. Los púnicos destrozaron una escuadra siracusana en Selinonte (408); pero la llegada al poder en Siracusa de un nuevo tirano, Dionisio el Antiguo, hizo cambiar de signo la lucha, e imitando las crueldades de la guerra civil griega, trató despiadadamente a los habitantes de la ciudad de Reggio (de Calabria) cuando fue tomada.


      

Dionisio fue, sin embargo, un tirano protector de intelectuales, y mandó llamar a Platón a su país, y hasta le permitió establecer el utópico Estado que el filósofo describió en La República; pero el fracaso de aquel Estado le costó la libertad al filósofo ateniense. Después de 40 años de gobierno, sucedió a Dionisio su hijo, Dionisio II el Joven, que continuó las luchas con Cartago hasta que fue destronado por un general corintio, Timoleón, que llegó a un acuerdo con el tradicional enemigo cartaginés.

En el número siguiente: EL OCASO DE LAS "POLEIS" GRIEGAS.





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