El laberinto es una obra arquitectónica formada por estancias, corredores y encrucijadas dispuestos según una complicada planta para desorientar al que lo recorre y dificultarle su salida. Entre los más antiguos ejemplos de laberintos es notable el complejo edificio descrito por Heródoto y Estrabón, construido en Egipto bajo la XII dinastía como templo funerario del faraón Amenemhet III (siglo XIX a de J. C.), cerca de Hawara en la región del lago Ayum. También los etruscos conocían este tipo de construcción del que Plinio describe la tumba del rey Porsena en Chiusi. Sin embargo, desde la antigüedad y por larga tradición, laberinto se refiere sobre todo al palacio del legendario rey Minos de Cnosos, conocido gracias a importantes excavaciones arqueológicas. Laberinto de pavimento de la catedral de Amiens. En el arte cristiano el laberinto tuvo a menudo significado de símbolo religioso.        Como el símbolo sacro venerado en Cnosos era la "labrys, es decir, la doble hacha, se ha lanzado la hipótesis de que laberinto significa "palacio de la labrys" Planta de un sector del palacio de Minos en Cnosos, el laberinto más famoso de la antiguedad; en A estaba situada la sala del trono.        También se llama laberinto al antiquísimo motivo gráfico de líneas inscritas en un cuadrado o, a veces un círculo que se desarrollan a partir de un punto central. Se halla ya inciso en las insculturas o petroglifos de la península ibérica desde la avanzada Edad del Bronce, así como en las tablillas de Pilos (s. XIII a. de J. C.) y en la cerámica e en conexión con representaciones de la leyenda de Teseo. El motivo geométrico del laberinto se usó posteriormente en la decoración, especialmente de pavimentos, de edificios romanos y paleocristianos. En las iglesias románicas y góticos, el laberinto asume también significado religioso, como símbolo del accidentado itinerario del alma hacia Dios. (San Vital de Ravena, San Sabino de Piacenza), o conmemorativo (Amiens, Arras, Chartres, donde entre los meandros aparecen versos con los nombres de los constructores y sus efigies).        En jardinería, laberinto es una intrincada red de pequeños caminos flanqueados por setos. Se usó mucho en el Renacimiento y en la época barroca. Son famosos los laberintos del parque de Hampton Court en Inglaterra, de la villa Altieri (en Roma), del Alcázar de Sevilla y de los jardines franceses del siglo XVIII.