GUIONES DE TEATRO DE MILA OYA

Escalofríos por Mila Oya




NOSTRADAMUS





      Echar una mirada al futuro, saber con siglos de anticipación lo que ocurrirá a los hombres y a las naciones, ha sido siempre el gran sueño de muchos. Para realizar ese sueño seria necesario dominar la maquina del tiempo. Pero él disponía solo de un pequeño espejo, donde se reflejaban las imágenes que proyectaba un barreño de latón lleno de agua. Él era Michel de Nostradame, de Saint Remy, donde había nacido en 1503.


      A los veintiséis años ejerce ya como médico de Montpellier, conquistándose al cabo de algunos años la estima de todos. No era la medicina, sin embargo, su única pasión, era una época en que la ciencia y la charlatanería caminaban del brazo. Nostradame tenía también otra ocupación: la astrología.
        Un hobby que cultivaba en su tiempo libre y al que se dedicó después enteramente cuando, en 1547, alcanzo una cierta tranquilidad financiera gracias a su matrimonio con una rica viuda.





Una luz en la ventana

      Es media noche. En la tranquila cuidad de Salon las luces se han apagado, las casas duermen, las calles se llenan de silencio. Sólo la ventana del estudio del doctor Nostradame aparece aun iluminado. Allí esta él: sentado sobre un taburete, la mirada fija en la llama de una vela para vaciar la mente de cualquier pensamiento.

      Pasado un rato, vuelve los ojos sobre un barreño lleno de agua y permanece así en contemplación. Durante horas. Lo que ve y siente en aquellas largas noches de trance le asusta, le maravilla, le preocupa. Nostradame "ve" guerras y devastaciones, asesinos y gente sin piedad, ve armas increíbles y maquinas extraordinarias, grandes hombres y acontecimientos grandiosos.En un momento determinado Michel de Nostradame comprende que el peso de tantos secretos es excesivo para él, siente que es necesario revelarlo también a sus conciudadanos, al mayor numero posible de personas. Ya pero ¿cómo divulgar todos sus extraordinarios conocimientos sin caer en las sospechas de la Inquisición? Nadie le habría podido librar de una acusación de hechicería. Durante años el médico vidente vivió atormentado por la duda. Al fin se decidió, y en 1550 publicó su primer almanaque de "profecías".



Los versos del misterio

      El libro tuvo un éxito estrepitoso y Nostradamus (así latinizo Michel su nombre) decidió escribir uno análogo todos los años, pero un buen día se lo penso mejor y proyectó escribir una gran obra en diez volúmenes, donde incluiría todos los posibles acontecimientos que mirasen a la humanidad. Titulo de la obra : "Vrayes centuries et propheties de Maistre Michel Nostradamus".

      Obviamente, también en estos libros, como ya había hecho en los almanaques precedentes, Nostradamus tomó sus precauciones y redactó las distintas profecías bajo la forma de pequeños poemas de cuatro estrofas, llenándolos de símbolos, alegorías, anagramas y enigmas escritos en una mezcla de provenzal, latín y griego. Las reacciones de la gente frente a esta "enciclopedia del futuro" fueron mas dispares. Los más ignorantes dijeron que Nostradamus era un siervo del diablo mandado a engañar a los pobres cristianos; los más cultos sostenían, por el contrario, que era un genio, o un loco, o las dos cosas.Pero la reina Catalina de Medici, que bebía los vientos por todo lo que fuese magia o misterio, quedo muy impresionada por todo lo que se decía de Nostradamus y no quiso dejar pasar un personaje tan extraordinario. Fue así como Nostradamus se convirtió en el astrólogo y medico de los reyes de Francia.



El huésped incomodo

 

      Alojado en un magnifico palacio, rodeado del respeto y de la admiración (aparte de un cierto temor) de todos, Nostradamus vivió algunos años trazando horóscopos y escribiendo profecías para los soberanos, nobles y gente de la corte. A un personaje tan polémico como Nostradamus es lógico que se le hayan atribuido muchísimas anécdotas, cuya veracidad no siempre ha sido fácil verificar. Entre los muchos episodios, hay uno bastante significativo. Dicen que en 1566, poco antes de morir, Nostradamus hizo grabar una cifra sobre una pequeña lápida de metal, dando orden de que fuese colocada en su féretro. En 1770, con motivo del traslado de sus restos a una tumba más adecuada con la importancia del personaje, el sarcófago de Nostradamus fue abierto. La lápida de metal permanecía en el sitio de siempre y sobre ella esta inscripción : 1770.
        Nostradamus había previsto hasta la fecha de su exhumación.




Una "clave" que no se ha encontrado todavía


      Mas allá de la atmósfera de misterio que envolvió siempre la figura del "profeta más grande de Europa", puede decirse, sin temor a equivocarse, que Nostradamus fue, en algunos aspectos, un revolucionario para su tiempo. Como médico fue un gran filólogo, conocía los peligros que se derivan del abuso de los fármacos y no sometía a sus pacientes a tantas inútiles sangrías (como ocurría con todos sus colegas, cualquiera que fuese la enfermedad que había que curar).
        Como estudioso de las estrellas declaró un siglo antes que Galileo que era la Tierra la que giraba alrededor del Sol y no viceversa. Su fama sigue todavía ligada a sus célebres y oscuras rimas: la interpretación de éstas continua siendo un enigma. El hecho es que Nostradamus, por miedo a decir demasiado y para evitar peligrosas acusaciones, escribió varios poemas sin seguir un preciso orden cronológico y sin poner fechas.
        Pese a ello, existe un sistema para aclarar el misterio; así lo afirmó el mismo "profeta" : basta usar la "clave" interpretativa apropiada para que todos los símbolos, alegorías y alusiones a personas y lugares queden clarìsimas. La pena es que Nostradamus no nos ha dejado ninguna "clave". ¿Resultado? Desde siglos, tenaces estudiosos y apasionados del mundo del misterio se afanan en buscarla. Hasta ahora sólo una cosa parece segura : tras los grandes acontecimientos y catástrofes que asolan a la Humanidad, siempre hay alguien que alza la voz para decir : "Nostradamus lo predijo hace varios siglos".





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