GUIONES DE TEATRO DE MILA OYA

Muerte de un caniche por Mila Oya




QUIMERA


       Animal fabuloso hija de Equidna, la víbora - un monstruo mitad mujer y mitad serpiente -, y del gigante Tifón. Por lo común se la representa con cuerpo de cabra, cabeza de león y cola de serpiente, aunque a veces se la describe como un animal de tres cabezas, una de cada uno de estos animales. La Quimera, a quien se atribuía un aliento de fuego, vivía en Licia, región meridional de Asia Menor, donde causaba estragos devorando hombres y rebaños. Belerofontes, a lomos de Pegaso, consiguió matarla hundiendo en sus fauces una lanza con punta de plomo que, al fundirse por efecto de la respiración llameante del monstruo provocó su asfixia.

Lengua

       Convertido en nombre común, la palabra designa desde el siglo XVI todas las creaciones vanas de la imaginación y, por extensión, las ideas falsas (Molière en Las mujeres sabias: "Debéis deshaceros de tales quimeras", dice Crisala) De esta acepción deriva el adjetivo quimérico.

Literatura

      Al escoger un título para su recopilación poética Las quimeras (1854), Gérard de Nerval parece jugar con las dos acepciones del término. En su sentido mitológico primitivo, la alusión al animal fabuloso indica que tanto la colección como los mismos poemas están compuestos partiendo de fuentes de inspiración muy diversas, donde se mezclan mitología antigua y la religión cristiana, los personajes históricos y los seres imaginarios. A través de esta misma vía conecta con el segundo sentido del término, el del nombre común, en la medida en que estos poemas expresan las vanas ensoñaciones de la imaginación. Encontramos el mismo juego en el poema de Baudelaire Cada cual con su quimera (Pequeños poemas en prosa 1868) donde cada hombre aparece convertido en montura del monstruoso animal, simbolizando así el desdichado destino del hombre dominado por su imaginación y condenado a arrastrar su quimera allá donde le lleve su destino. Desolación de la quimera (1956-1962), libro de poemas de Luis Cernuda escrito en el exilio, deja entrever en sus versos la amargura del poeta. Es uno de los libros que más han influido en los poetas españoles de las últimas décadas.

Iconografía

       Quimera herida por Belerofontes, escultura griega (siglo V a. C.), Florencia; Gustave Moreau, La quimera, 1867, Cambridge, EE.UU. Los artistas de la Edad Media dieron el nombre de quimeras a los animales fantásticos, esculpidos o pintados, formando a veces gárgolas, que no tienen ninguna relación con la quimera antigua.







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