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Una y otra vez apretó el botón de aquel invento y la luz vino y marchó como la magia de un cuento.
De pronto el hilo parpadeó
-¡Esto va a reventar!-
No dejaba de temblar |

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Y gracias podía dar de que este a lo bestia roncara y que resoplara sin parar y que no se enterase de nada
La pompa de cristal se quebró,
Miguel jamás se enteró
Y así la aventura acabó |


