LA SUERTE DE QUX



Levantó Qux su casa
dentro de una zapatilla,
un duplex muy bien amueblado
y en lo alto una buhardilla

Miraba tranquilo la tele
tomándose una tortilla,
cuando los ojos se le cerraron
y tuvo una gran pesadilla.





Una niña que dibujaba
con la mente en otra parte,
un Qux en su papel formaba
sin a penas enterarse.

Era esta niña, María,
vecina de un pueblo lejano,
donde se cultivaba la tierra
y se alimentaban marranos.

Qux salió del papel
de aquella pequeña María
y no tardó en comprender
que no había tan pesadilla.

Entonces Qux descubrió
que siempre que se dibujara
un garabato en un papel
queriendo o no, él viajaba.

Durante un día podía jugar,
su tiempo estaba contado
y después debería regresar
a su duplex bien amueblado





Ahora estaba en el campo
con la pequeña María,
con verdes prados al frente
y rodeado de gallinas.

Qux no dejaba de saltar
acompañado de la niña María
Su suerte era más que Genial,
podía viajar,
el mundo entero atravesar,
mil aventuras experimentar
y al final volverse a acostar
en su suave zapatilla.

Esta es la virtud de Qux,
un garabato de tinta,
que siempre aparecerá
cuando hay un niño que pinta.







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Milagros Oya©