El espectáculo de los grandes rebaños de bisontes y de berrendos que se extendían por las planicies y praderas de América del norte hasta 1800 debía rivalizar con el que ofrecen actualmente los ungulados que existen en África oriental. Los bisontes podían encontrarse desde Pennsylvania y Virginia, por el este, hasta la zona oriental de Oregón, por el oeste, y desde Alberta, por el norte, hasta la frontera mexicana, por el sur.

       Durante la estación de cría, de julio a septiembre, los machos abandonan las manadas que forman con sus congéneres en la época anterior y se juntan con las hembras. Cada uno de los machos más fuertes atiende a una sola hembra hasta que se contempla la cópula. Las hembras alcanzan la madurez sexual a los dos años y medio, y, por lo general, producen una sola cría, después de un período de gestación que dura alrededor de nueve meses.

Es probable que la población total de bisontes en la época en que el primer hombre blanco pisó tierras americanas llegase a los 60 o 70 millones de ejemplares. A pesar de su gran número, parece que formaban grupos de veinte o treinta individuos, y que sólo ocasionalmente los rebaños llegaban a tener más de cien. También parece cierto que las migraciones de los rebaños sólo alcanzaban un radio de 300 a 500 Km y no tenían nada que ver con los grandes viajes hacia el norte y hacia el sur que se citaban en los primeros relatos.

       El indio norteamericano dependía del bisonte para su alimentación, vestido y cobijo, y, en las llanuras sin arbolado, empleaba sus excrementos secos como combustible. Con la intención básica de someter a los indios durante la expansión de la civilización hacia el oeste que tuvo efecto a lo largo del siglo XIX, se estimula la matanza masiva de estos animales.

Las medidas de protección iniciadas hacia 1900 evitaron la extinción de esta especie animal y, gracias a ellas, en la actualidad sobreviven unos 25000 ejemplares, el 60% de los cuales habita en los 4,5 millones de hectáreas del Wood Buffalo National Park cerca del gran Lago de los Esclavos, en Alberta (Canadá), donde vagan por los inmensos bosques boreales y por las planicies de hierbas y cardos.

Los mayores rebaños de Estados Unidos se encuentran en el National Bison Range, en Montana (350 animales), el Witchita Mountains Refuge, en Oklahoma (1250), el Yellowstone National Park (700), E Badlands National Monument, en Dakota del Norte (500), y el Custer State Park, en Dakota del Sur (1300). Muchos rancheros mantienen rebaños de bisontes de cierta importancia. Es esencial la explotación racional de los rebaños existentes, así como la regulación sistemática de su número. Con los métodos actuales de protección y cuidado del bisonte se asegura la supervivencia del mismo como especie en su medio ambiente natural y en las tierras de los ranchos.