Un cactus en casa
Piedras vivaces
Esta cactácea tan extraña que recuerda más a una piedra que a una planta, de ahí su nombre, es una lithops karasmontana var. Seguro que alguna vez la has visto en
cualquier tienda especializada o en unos grandes almacenes. Las piedras vivaces son los cactos de compra más frecuente. A causa de su escaso precio y su aspecto extravagante son los preferidos por los aficionados. |  |
Quizá alguien os haya regalado una con motivo de un cumpleaños o de una celebración
o de una simple visita; es un presente muy recurrido por su aspecto original y gracioso.
 | También es muy probable que esta se halle olvidada en un rincón de la casa sin recibir
la más mínima atención, languideciendo en vez de florecer, pues aunque parezca
increíble, estas piedras vivaces regularmente nos sorprenden con deliciosas y delicadas
flores, en esta variedad de color blanco. |
Si aún no sois propietarios de una pequeña lithops, es el momento de adquirirla y
alegrar cualquier cuarto de vuestras casas con su simpática presencia.
La piedras vivaces no requieren excesivos cuidados. Con un poco de dedicación y
un emplazamiento adecuado, se puede conseguir su floración principalmente en septiembre aunque según su situación esta puede variar de
época.

Es un espectáculo maravilloso cuando esta pequeña piedra, aparentemente inerte, nos
agasaja con su suave flor blanca, poniendo en evidencia la intensa vida que recorre su
menudo cuerpo |  |
Una ventana es el lugar adecuado para que una lithops se encuentre más a gusto. Si
tenéis la suerte de disponer de doble ventanal, ese espacio entre los dos cristales será el
lugar preferido por ella. Los cambios bruscos de temperatura son muy apreciados por
los cactus, de tal manera que si durante el día los rayos del sol incidieron sobre la
piedra, creando a su al rededor un espacio caluroso y casi asfixiante, por la noche
agradecerá un poco de aire frío del exterior. Abrir ligeramente la ventana sería un
estupendo regalo para este diminuto prodigio de la naturaleza. |  |
Los riegos han de ser siempre escasos y sobre todo en invierno. Cuando llega la
primavera es el momento de aumentarlos y con la incidencia de los primeros rayos y
con la ayuda de un abono líquido para cactus, el florecimiento está asegurado.
 | Según su emplazamiento, dependiendo de la orientación del ventanal, se deberá regar
con mayor o menor frecuencia pero la intensidad del riego deberá determinarla el
aficionado, prestando algo de atención y conociendo un poco a su piedra vivaz. Tocar
de vez en cuando el substrato de la lithops para verificar que no esté completamente
apelmazado, es una buena opción para averiguar su necesidad de agua. |
Y pocos cuidados más requiere este encantador cactus. Podríamos transplantarlo si
nos interesase su crecimiento, pero en un pequeño tiesto se encontrará igualmente
cómodo y florecerá sin problemas.

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