

(Lama guanicoe)
Forma salvaje de la llama. Vive en América del Sur. Es ligeramente más pequeña y más
esbelta que el tipo doméstico, Lama glama. Tiene el pelaje rojizo oscuro; el hocico y
las orejas negruzco, y el vientre y la cara interna de las patas, blancos. Su altura hasta
la cruz es, aproximadamente, de 1,1 m. Es el único tipo de llama que medra, no sólo a
altitudes elevadas, sino también en las llanuras, y rara vez asciende a más de 3 000 m.
Se extiende desde el sur del Perú hasta la Tierra del Fuego.
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Los guanacos suelen vivir en grupos familiares no muy numerosos, de hasta 20
individuos, dirigidos por un macho adulto. Las bandas así formadas se unen en ciertos
casos para constituir rebaños mayores, pero nunca se mezclan. El macho avisa de los
peligros con un relincho, |
característico y penetrante, y defiende la retaguardia
cuando el rebaño huye en formación cerrada. Si es muerto el macho, el grupo huye
precipitadamente y en gran desorden. Los machos destronados viven, a veces, en
solitario.
Los guanacos pacen en armonía con los ñandúes, cuya fuga les advierte del peligro.
Son notables saltadores y Darwin les vio nadar de una isla a otra. Muchos autores han
descrito cementerios de guanacos, extensas zonas de las riberas de los ríos
sembradas con sus esqueletos.
Como todos los tipos de llama, defecan en lugares reservados para este fin.
Curiosamente, en cautividad, sea en los zoos o en los ranchos argentinos, los montones
de excrementos aparecen más desparramados que cuando están en libertad. Los
machos distribuyen también montoncitos de excrementos a lo largo de los linderos de
su territorio, evidentemente con objeto de delimitarlo, sobre todo cuando otros
individuos de la misma especie habitan en recintos vecinos. Igualmente reservan ciertos
sitios, preferentemente arcillosos, para revolcarse .

El apareamiento se efectúa de noviembre a febrero. La hembra alcanza la madurez
sexual al año y sólo está en celo unos cuantos días. pare una cría a los 11 meses y la
defiende a golpes con las patas delanteras. Antes de que los machos jóvenes cumplan
un año de edad y empiecen a competir con el adulto, éste los expulsa del rebaño
(incluso en los zoos). Forman entonces sus propias manadas y viven juntos
pacificamente hasta que comienza la brama. Como no tienen jefe se muestran muy
precavidos. Los combates entre ellos son muy violentos, e incluso después de
expulsados, tratarán de reintegrarse al rebaño, si bien el comportamiento de amenaza
(hocico, orejas y rabo en posición especial y galope con cabeza baja) suele bastar para
poner en fuga al más débil. |  |
En cautividad se dan también terribles combates entre
hembras, aunque se interrumpen siempre antes de la fase decisiva o bien terminan con
la expulsión de la vencida. Son muy frecuentes los juegos en forma de riñas, o éstas
combinadas con la huida; se producen asimismo entre las hembras adultas y entre las
hembras y sus pequeños.
Los principales enemigos de los guanacos adultos son los pumas, y de los muy jóvenes,
los cóndores. Pero el peor de todos es el hombre, que caza a los individuos pequeños
por su piel (en los cuatro tipos de llama, la lana de menos valor es la de los animales
viejos).
FAMILIA: Camélidos. ORDEN: tilópodos. CLASE: Mamíferos..
H.G. -P.
 

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