GUIONES DE TEATRO DE MILA OYA

La Cola por Mila Oya


Sobre Las Mariposas
Por Mila Oya


    Estas hermosas criaturas que revolotean en nuestro jardín y alegran con sus vivos colores y sus elegantes movimientos las excursiones campestres, han atraído desde siempre nuestra atención y no solo por su evidente belleza. Su vida efímera que en algunas especies alcanza únicamente varios días, y su complejo ciclo vital, consistente en una metamorfosis completa, iniciada en forma de huevo que se transforma en oruga primero, después en crisálida o pupa y al final en adulto, han contribuido a que desde la antigüedad representasen la libertad, la necesidad del cambio y el valor para llevarlo a cabo.

Mariposas de jardín atlántico

Ver fotos por:Ralf Jung

    En griego se llama psyché, palabra que nombra también el espíritu humano, evocando la capacidad de este de imponerse sobre la vida física. Así que cada vez que hablamos de psicología o de psiquiatría sin querer mencionamos a estos insectos lepidópteros de preciosas alas cubiertas de microscópicas escamas con fantásticos colores que a simple vista aparentan ser un delicado polvillo mágico.

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    Butterfly (Inglés) Borboleta (Portugués) Farfalla (Italiano), Papillon (Francés), Parpar (Se pronuncia en hebreo), Kelebek (Turco) Schmetterling (Alemán) Papilio (Esperanto) Kipepeo (Suajili) Paruparo (Tagalo) son todos preciosos nombres que parecen evocar, desde otras culturas, los movimientos, los colores y la efímera vida de las mariposas.

La mariposa volotea,
revolotea,
y desaparece.

    Nos dice Pablo Neruda en su poema Mariposas de otoño. Su vida parece estar inserta en un simple parpadeo, una vez que la crisálida se convierte en este bello lepidóptero, palabra que procede de las voces griegas lepis, que significa escamas, y pteros, que significa alas.

    Pero antes de alcanzar esa característica belleza y sutileza de movimientos que ha impresionado hasta al gran poeta chileno, los pequeños huevos de este insecto se han convertido en una oruga voraz que en absoluto nos recuerda el delicado, fino y esbelto cuerpecillo de las mariposas. Esta larva necesita ingerir ingentes cantidades de alimento para alcanzar la siguiente fase de su desarrollo que será la crisálida. Por eso algunas orugas pueden llegar a constituir una plaga, pues devoran sin descanso aquel espécimen vegetal del que cada especie se alimenta. Aunque también existen larvas de mariposa que llegan a ingerir otros insectos como pulgones. Con el fin de multiplicar cientos de veces su tamaño original estas deben mudar varias veces la piel.

Mariposas de jardín atlántico

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    En esta etapa las larvas dedican todo su tiempo a poner en funcionamiento sus piezas bucales masticadoras preparándose para la siguiente etapa de su vida, la crisálida. La larva u oruga teje un capullo en el que permanecerá inmóvil y sin ingerir alimento alguno hasta que este periodo concluya, lo cual puede ocurrir en varias semanas o en muchos meses, dependiendo del tipo de mariposa.

    Es este un camino oscuro y silencioso durante el cual el insecto obtiene ese maravilloso aspecto que tanto impresiona la imaginación humana. Y al fin sucede el milagro y el ser adulto rompe el capullo o lo disuelve, excretando un líquido específico para que el lepidóptero emerja con sus alas húmedas, frágiles y retraídas. Es otro fluido llamado hemolinfa el que infla las venas de las alas provocando el desarrollo definitivo. Las condiciones ambientales determinan el fin del proceso. La mariposa está lista para volar y revolotear ya totalmente libre por el campo. Aunque este no es el caso de la mariposa llamada Bombyx mori cuyas pupas deberán morir una vez completado el capullo mediante agua hirviendo o vapor. Es el modo en el que los seres humanos tratan a esta especie originaria de Asia con el fin de extraer las suaves fibras del capullo que después tejerán confeccionando preciosas prendas de seda. Los conocemos como gusanos de seda y es la comercialización de esta fibra la que les impide disfrutar de la libertad de revolotear por los campos que caracteriza a estos pequeños insectos.

Mariposas de jardín atlántico

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    Esa es la libertad de la mariposa de la que nos habla Manuel Rivas en su cuento La lengua de las Mariposas. "La lengua de la mariposa es una trompa enroscada como un resorte de reloj. Si hay una flor que la atrae, la desenrolla y la mete en el cáliz para chupar." Con estas palabras el maestro le abre los ojos al joven alumno a una realidad desconocida del mundo de los insectos y de la vida, que le ayudará a crecer, a provocar su propia metamorfosis de muchacho a adulto y a saborear una libertad que pronto la dictadura franquista cercenará.

    Y no solo podemos observar la curiosa trompa enroscada de la que nos habla el escritor gallego, la anatomía de la mariposa es también sorprendente. Los ojos compuestos están formados por miles de omatidias cada una de las cuales perciben las imágenes y la luz. Cuenta también la cabeza con dos antenas y dos palpos para oler a gran distancia. El tórax está dividido en tres partes y cada una de ellas cuenta con dos patas. Las dos últimas partes del tórax disponen además de dos pares de alas, aunque existen mariposas que solo cuentan con uno.

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    La mariposa ya ha desplegado pues las coloridas alas con sus escamas, cada una de un solo color y superpuestas como tejas de un tejado. Como experimentados pilotos surcan los campos desde hace ya unos 40 millones de años, realizando increíbles acrobacias e incluso ensayando sorprendentes aterrizajes repentinos, imposibles para cualquier nave conocida.

    Tal vez los dinosaurios también se sorprendieran de su gran habilidad para el vuelo y de su gran capacidad de adaptación que las ha hecho colonizar todo tipo de hábitats. Revolotean en solitario en busca de compañía para el apareamiento. Baten las alas con elegancia y nosotros que las contemplamos extasiados pensamos en el efecto mariposa, en la teoría del caos y en el efecto que sufriría un sistema caótico si introducimos una mínima variación. Suena extraño, sí, pero sabemos que un pequeño cambio a veces puede generar un efecto considerable a mediano o largo plazo. También estos curiosos pensamientos son provocados por la belleza de las mariposas.

    Cuando el cansancio hace mella en su liviano cuerpo se posa sobre cualquier hoja y cierra las alas en busca de algo de relajación. A las mariposas les encantan los jugos vegetales, néctar de flores o ácidos de desechos y mientras se alimentan contribuyen a la polinización de las flores. Y aunque los ejemplares adultos prefieren la soledad, las condiciones ambientales las empujan a buscar compañero para iniciar de nuevo el ciclo de la vida. Las danzas rituales son complejas y brillantes y las feromonas que tanto los machos como las hembras segregan, contribuyen junto con el alegre colorido, a atraer al otro sexo y completar la fecundación para la posterior puesta de huevos.

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     Y todo el proceso comienza de nuevo y el ejemplar adulto está ya preparado para morir. Porque toda esta belleza, esta libertad y alegría tienen un rápido fin. A pesar de sus talentos insospechados: resistencia al frío y la altitud, recursos para despistar o ahuyentar al enemigo, velocidad de vuelo…, ni siquiera estos resistentes insectos pueden eludir la muerte.

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    Las mariposas han puesto nombres a canciones, nebulosas, poblaciones, estilos de natación, herramientas, puertas, válvulas y han marcado la vida de grandes escritores, como por ejemplo la de la famosa autora británica Virgina Wolf que sufrió unos terribles abusos de manos de sus hermanastros, mientras se dedicaban a la caza de mariposas en la campiña inglesa. Estos delicados lepidópteros han provocado en nosotros tantas y tan variadas sensaciones y sentimientos que el impacto de su desaparición no solo sería catastrófico para el medio ambiente, parte de nuestro acerbo cultural se vería afectado. Es por ello que debemos estar atentos y contribuir a su conservación, protegiendo las plantas de las que se alimentan, cuidando el medio ambiente y evitando por todos los medios la utilización de pesticidas a los que son tan sensibles.

    No podríamos concebir un mundo sin la belleza de las mariposas y en nuestras manos está que esto no suceda.

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Página de la escritora LIJ Mila Oya