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Del águila se despidió con una saca en su brazo salió, por la puerta se perdió, las piramides observó y hacia ellas se dirigió muy decidido al atraco.
Un agujero encontró
Le temblaban las piernitas
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Algunos ratones corrían muy cerca de sus zapatos y de vez en cuando les daba un ligero zapatazo.
Allá a lo lejos de pronto
-¡La cámara del tesoro!
Y Qux muy decidido
Pero en el mismo momento
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